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sábado, 19 de febrero de 2011

El Ídolo de Pachacamac

El santuario pre-hispánico mas importante de la costa central del Perú es el de Pachacamac, nombre asignado por el Inca Tupac Yupanqui, según las crónicas, al dios yunga Ychsma.  Dicho santuario presenta, entre su variada arquitectura,  una ocupación que va desde el periodo Intermedio Temprano hasta el Horizonte Tardío.  El Señorío de Ychsma basó su predominio en una extensa zona basado en una influencia religiosa, prueba de esto son las diferentes esposas e hijos del dios Ychsma (Pachacamac), convirtiendose en verdaderos enclaves religiosos, que tributaban a Pachacamac.  Quizás el pilar que favoreció a la diseminación del culto al dios Pachacamac fueron los mercaderes Ychsmas, quienes además de sus labores de trueque, difundían  el culto a Pachacamac; otro punto que pudo favorecer a su difusión pudieron ser sus poderes sobre los movimientos teluricos, que infundían temor entre los naturales y, sus oráculos, muy solicitados, inclusive desde tierras lejanas.

Fue la expedición dirigida por Hernando Pizarro la primera en llagar al santuario de Pachacamac; dicha expedición partió de Cajamarca el verano de 1533 luego de transcurrido un tiempo de los incidentes de la captura de Atahualpa.  Gracias a dicha expedición, no solo se tiene información referente al señorío Ychsma, sino también, contribuyó al conocimiento de señorios importantes como el de Huaura, Barranca y Chancay, siendo Miguel de Estete el responsable de realizar la crónica del citado viaje.  Al llegar Hernando Pizarro al señorío Ychsma, fue recibido por Taurichumbi, principal impuesto por el Inca, y una comitiva de principales de los señorios aledaños.  Luego de recibir el oro existente en el santuario bajo amenaza de muerte a los principales del santuario, procedió a visitar el templo de pachacamac, actualmente conocido como el Templo Pintado por su decoración pictórica.  Según las crónicas de Estete, Hernando Pizarro pidió ser llevado ante el ídolo de Pachacamac, y al llegar a su templo, encontró al ídolo en un recinto precario y oscuro, rodeado de productos marinos en descomposición.  Al realicionar al ídolo de Pachacamac con el diablo, lo derribó de su lugar de descanso, para esto los naturales congregados se atemorizaron y solo esperaron que la tierra tiemble por la ofensa propinada ante el ídolo, el mismo que nunca llegó para asombro de los naturales.

El ídolo se encontraba perdido desde que fué derribado por Hernando Pizarro hasta su descubrimiento el año de 1938 por parte del Dr. Alberto Giesecke, durante los trabajos realizados en el Templo Pintado.  En este Ídolo tallado en madera se expresa una de las bases de la cosmovisión andina, la Dualidad, representada por los dos personajes tallados de manera opuesta representando una unidad, vestido uno de ellos con un traje adornado por maiz y el otro con un traje adornado con figuras de animales.  Debajo de este personaje de unos 50 cms. de altura aproximadamente, se pueden apreciar tallas de felinos, serpientes de una y dos cabezas, personajes antropomorfos entre otros dibujos.  Dichas representaciones son relacionadas con el mito de Pachacamac y Vichama, los cuales estarían representados en los dos personajes que miran hacia lados opuestos.  Es posible apreciar una réplica del mencionado ídolo en el Museo de Sitio de Pachacamac.