Si bien es cierto que el descubrimiento de lo que los españoles denominaron el Nuevo Mundo trajo beneficios incomparables para ellos, sin referente alguno en el Viejo Mundo, la problemática teológica asociada al descubrimiento de estas nuevas tierras generó un revuelo en el pensamiento religioso y científico de la época. La existencia de una población completamnete desconocida para ellos abrió brechas insalvables en las certezas que en la época se tenían por verdades. Puesto que el pensamiento medieval se acogía a las sagradas escrituras, Antiguo y Nuevo Testamento de la Bíblia, para explicar el origen del mundo y su desarrollo a travez del tiempo, estas nuevas poblaciones ponían en tela de juicio dos punto neuralgicos de la existencia humana y su proceso de salvación. El primero de ellos se relacionaba con el origen de todas las poblaciones. De acuerdo al Antiguo Testamento, Dios envió un castigo universal para acabar con toda la humanidad infiel, siendo Noe el único hombre alertado de este suceso que limpiaría la faz de la tierra de pecadores. El castigo universal citado en el libro de Genesis es el diluvio universal, para lo cual, Noe es exhortado por Dios a construir una gran barca que permita alvergar a toda su familia y a una pareja de cada ser vivo, mamiferos y aves, para preservar todo lo bueno de la creación. Terminado el diluvio universal, son los hijos de Noe los encargados de dar origen a todas las naciones existentes en el mundo, expresado esto en diversos mapas existentes hasta el siglo XVI. Es aquí donde las poblaciones naturales del Nuevo Mundo en general no encaja, ya que en un principio no existía una forma de correlacionar el origen de estos individuos con la historia del diluvio universal y el origen de las naciones a partir de los hijos de Noe. Al respecto se dieron diversos pronunciamientos por parte de teologos y científicos, enfocados a relacionar el diluvio universal con el Unu Pachacuti del Mundo Andino expresado tambien como un diluvio que transtornó el mundo. Así mismo, se intentó relacionar a estos pobladores con uno de los hijos de Noe en un intento de salvar la brecha respecto al origen de estos pobladores, explicados de maneras tan diversas que se contraponen a la versión universal del Viejo Mundo. Si bien es cierto, la existencia de una contraparte a la versión bíblica del origen de las naciones, expresada en la definición andina de un Unu Pachacuti del mito de Viracocha, estudios cientificos al respecto revelan la ocurrencia de una inundación en los alrededores del Lago Titicaca, esta no se corresponde cronológicamente con su contraparte bíblica. El segundo punto está relacionado a la evangelización universal; es Jesus quien envía a sus discipulos a transmitir su palabra a todos los confines del mundo. El problema aquí, en el Nuevo Mundo, es que demuestran un total desconocimiento de Jesús, de su sacrificio por la salvación del mundo y sus enseñanzas. Aquí fueron diversas las formas de salvar esta brecha, tanto por parte de los españoles como por parte de los pobladores del mundo andino. Uno de los episodios cronisticos al respecto es el que cuenta la presencia de un apostol de Jesus en estas tierras, quien en su recorrido va dejando reliquias, simbolos diversos, que se traslucen como evidencias de su paso evangelizador en tiempos remotos. Se acepta de esta forma la presencia de un evangelizador en el Mundo Andino y se justifica el desconocimiento en la falta de escritura fonética y la fragilidad de la memoria para conservar sucesos a lo largo del tiempo. Antes de continuar es importante aquí acotar, que si bien es cierto, parece no haber existido en el Mundo Andino una escritura fonética como la occidental, no está descartada por completo su ausencia; sumado a esto, cada vez toma más fuerza la posibilidad del uso de los Kipus como medio de registro de diversos tipos de datos, no solo numéricos. Volviendo al tema de la falta de evangelización en el Mundo Andino, es necesario resaltar el notorio sincretismo existente entre el relato del apostol que recorrió estas tierras y el mito de Viracocha. Una particularidad común a ambas situaciones presentadas hasta el momento es la presencia del Demonio como gestor de confusiones en la memoria de los pobladores del Nuevo Mundo. Es el Demonio quien se aprovecha de las fragiles mentes indígenas, faltas de escritura fonética, para manipularlos y permitirse crear un mundo paralelo en el imaginario común sobre su origen y la existencia de sus deidades, muy diferente del único y verdadero consignado en las sagradas escrituras, la Biblia. Así mismo, surgió la necesidad de sustentar el dominio en estos nuevos territorios, basandose dicho sustento en la necesidad de evangelizción existente en los nuevos territorios. Siendo España la llamada a realizar esta labor, se preocuparon más en enriquecerse a costa de los tesoros del Imperio del Tahuantinsuyu que en llevarla a buen recaudo. Definitivamente, por un lado se expresaba la necesidad y el interes de integrar a los pobladores del Tahuantinsuyu al catolicismo y por otro se les privaba de una participación completa, no permitiendoles alcanzar la santificación ni el sacerdocio. La religión se convirtió, como en muchos otros lugares del mundo a travez del tiempo, en un medio de sujeción de los pobladores del Mundo Andino.
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Fuente: Lidia Fossa. NARRATIVAS PROBLEMÁTICAS: LOS INKAS BAJO LA PLUMA ESPAÑOLA. Primera Edición 2006.